La lejana República Checa ya no es un destino ni un mercado desconocido para los jugadores uruguayos de basquet.
El neo helvético Martín Volf, impedido reglamentariamente para jugar Liga Uruguaya, recibió una propuesta para probarse en el equipo BK Pardubice y tras menos de diez días de prácticas y sólo un partido amistoso, firmó contrato.
«El planteo me lo acercó Juan Pablo Da Prá, que fue contactado por un scouter checo, y como tengo pasaporte de allá, me la jugué», comenzó explicando Volf desde la tranquilidad de su nuevo apartamento. Pardubice es una ciudad pequeña que alberga a 90.000 de los diez millones que habitan un país que tiene menos de la mitad de la superficie de territorio uruguayo.
«A simple vista se nota que el nivel de vida es bastante alto. No vi nada de pobreza y tampoco gente pidiendo. La sociedad es muy cordial», destacó.
En el equipo ya se siente uno más y si bien está feliz con el trato que recibe por parte de cuerpo técnico y compañeros, también siente la contención de sus primos, quienes viven a 200 kilómetros en la ciudad de Pilzen: «Me llevaron a su casa y tratan de forma espectacular, incluso uno de ellos vino a Pardubice y me llenó el freezer de cervezas de diferentes sabores para que me acostumbre. Acá toman mucha cerveza sin alcohol y aguas de mil sabores», contó algo sorprendido. Una de las cosas que más le asombra es la profesionalidad del equipo, sobre todo porque fue «un poco con los ojos cerrados», como admitió. Contó que a cada foráneo o nacional que llega de otra ciudad le dan un apartamento, y que además cuentan con cinco autos identificados con los colores de la institución que están a su disposición y a la de los cinco managers.
«Pero más allá de todo eso, a la profesionalidad también la noto en las prácticas, que son de cinco horas diarias. Tenemos todo, médicos, masajistas, sala de fisioterapia, piscinas, saunas y todo lo que es necesario para un deportista profesional. Además el equipo le da mucha importancia al marketing. A todos los jugadores nos dieron un horario para concurrir a un set de fotografía para que nos tomaran imágenes con la camiseta posando para revistas y tarjetas firmadas que se les regalan a los fans», expresó.
En 2009, Pardubice llegó a semifinales y fue eliminado por Nymburk, el campeón: «Espero mejorar ese lugar, y empezamos bien porque en el amistoso ya les ganamos. Vamos a tener muchos partidos porque hay tres torneos, uno internacional», y con una actividad tan extensa, permanecerá en tierras checas hasta junio. Por el momento, la forma que utiliza para comunicarse es el inglés, pero está tratando de aprender algo de checo: «Algunas palabras sé, pero es demasiado difícil, capaz en unas semanas empiezo con un profesor», sentenció.
«Todavía quedan diez amistosos más, el campeonato empieza el 9 de octubre», dijo Volf. Asimismo, explicó que si bien entrena en la cancha del club, éste tiene capacidad sólo para 800 personas y por ello los juegos oficiales son en el CEZ Arena, estadio municipal que alberga 10.000 espectadores y que comparten con el campeón de hockey sobre hielo. A semanas de empezar a sentir el intenso frío checo, Volf está más entusiasmado que nunca para darle calor a la hinchada de Pardubice, que ya le demostró que lo espera con los brazos abiertos.
Pelos y señales
Nombre: Martín Volf Cherro.
Nacimiento: 19 de diciembre de 1980.
Posición: Alero. Altura: 1.98 mts. Peso: 95 kilos.
Equipos: En Primera División (Federales y Liga Uruguaya) jugó en Plaza de Nueva Helvecia (Colonia), Club Nacional de Football, Aguada, Unión Atlética, Anastasia y Salto Uruguay.
En el Torneo Metropolitano (Segunda) defendió a Larrañaga y en el Torneo Regional del Interior a Pelotaris de Paysandú, Cader de Rocha y Plaza de Nueva Helvecia.
Fuente: Periodista GUILLERMINA LUZURIAGA – Montevideo
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