Diego Forlán el mejor jugador del último Mundial. Forlán logró el mejor gol del campeonato. Forlán en el equipo ideal. Forlán goleador en España. Forlán ídolo del Atlético de Madrid. Y todos decimos en coro, con orgullo: ¡Forlán es uruguayo!
Pero no tiene patria. ¿Por qué? Y si no tiene derecho al voto... Puede besar la celeste, puede hacer salir a todo un país a la calle y emocionar hasta las lágrimas. Pero no puede votar. Los uruguayos no lo dejamos votar. Si vive en otro país no tiene derecho a votar. Sí tenemos nosotros, derecho a “utilizarlo” como uruguayo cuando hace un gol que nos lleva a gritar con todas nuestras fuerza “¡Uruguay nomá!”. Pero ojo, los de afuera son de palo cuando de elecciones se trata. Los Forlán, Cavani, el Loco Abreu que se autocandidateó para presidente, esos no pueden votar si están fuera del país.
Es de locos, ¿no? Alguien puede decir ¿qué son los uruguayos, quieren a Forlán y no lo dejan votar?
LA PATRIA URUGUAYA ES UNA SOLA
Agreguemos algún otro aspecto de esta realidad como lo fue la cobertura que realizó la televisión uruguaya –esa misma que, con alguna excepción, hizo fuerza para que los uruguayos que residen en el exterior no votaran–, de los festejos de los uruguayos por todo el mundo. Ahí sí nos sentimos orgullosos de ellos, hablamos del “gran paisito” y a ellos los vimos llorar, los vimos levantar con orgullo la bandera nacional y los emblemas patrios, demostrar que el candombe es uruguayo y nos sentimos hermanados. Es más: los periodistas acreditados en el Mundial, realizaban notas con uruguayos que manifestaban que vivían en EE.UU., en Sudáfrica, en Europa y se manifestaban azorados de que estuvieran en Sudáfrica apoyando la celeste. Ese testimonio vívido, emocionante y cruel al mismo tiempo de uruguayos en el exterior siguiendo a su país y uruguayos viviendo en su país que se sorprenden por ello, no necesita de mayor fundamento.
También asistimos a una página sobre la Selección creada por una hincha, Beatriz, sobre la cual “La República” publicó una extensa nota, donde miles y miles de uruguayos colgaron las fotos de sus festejos desde todo el mundo. Fue realmente emocionante ver que había uruguayos en los más recónditos lugares del planeta y todos ellos con un fervor impresionante, el mismo que exponían aquí los cientos de miles que salieron a la calle en los distintos poblados de nuestro país. Tal vez esta instancia emocionante que nos hizo vivir a todos la Selección uruguaya, nos permita tomar conciencia de que la patria uruguaya es una sola. Y está donde hay un uruguayo que sienta su pertenencia a este país y su destino. Más allá de las razones circunstanciales que lo llevaron a estar fuera de él. Tiene todo el derecho de votar si quiere, así como no tendría ningún sentido obligar al que está fuera del país y ese sí perdió interés en su patria de origen.
Son miles los compatriotas que viviendo en otros países mandan mensualmente parte de sus salarios para sostener al resto de su familias que siguen aquí. Son exiliados económicos, que en algún momento debieron emigrar porque Uruguay no le daba la chance de poder vivir de su trabajo. Esos compatriotas no sólo siguen ligados emocionalmente a su patria, sino que emigraron obligados por las circunstancias, y su sacrificio es para ayudar al resto de su familia, por lo cual ingresa al país muchísimo dinero mensualmente. Esos compatriotas no pueden votar.
La prédica de quienes no quieren el voto del exterior prendió en muchos uruguayos, y la prédica de quienes los impulsaban se ratificó con esa adhesión a la celeste que mostraron los uruguayos que por diversos motivos residen en el exterior.
Algo parecido pasa con el tema derechos humanos. Mucho bla bla bla y cuando se trata de anular una ley caducidad –repudiada mundialmente– votamos en contra.
Pero en fin, ¡viva la celeste! que por suerte, esos impedidos de votar pero vestidos de celeste, nos llenaron de orgullo. Dentro de cuatro años los volveremos a sentir uruguayos, pero por ahora no.
PEDRO VELOZO
PEDROVELOZOB@GMAIL.COM
Selección y subtítulos
R. Leizagoyen
raddy1970@yahoo.com
lunes, 2 de agosto de 2010
para reflexionar: Forlán ídolo, Forlán apátrida
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Diego Forlan,
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RODOLFO RADDY LEIZAGOYEN
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