off view
Apuntes del Mundial
RÉCORD ALEMÁN
Con el partido semifinal ante Holanda, Alemania superó a Brasil como el equipo que más partidos jugó en los mundiales. Ese fue su partido número 98 y ante Uruguay aumentó su récord y llegó a 99.
Esto habla no sólo de cantidad de presencias en los Campeonatos, sino también de avances en cada torneo a siguientes rondas, lo que permite sumar más partidos.
Por eso un inglés, entre amargado y resignado, definía: “El fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y gana siempre Alemania.”
INDIVIDUALIDADES
España encontró una llave para abrir la recia defensa alemana: la habilidad de Pedro. Un delantero encarador, con la valla entre ceja y ceja, audaz, creativo. Argentina no pudo hacerlo con Messi. Ambos juegan en el Barcelona. Pedro es a Messi lo que Basáñez es al Real de Madrid. ¿Por qué Pedro pudo potenciar al máximo sus virtudes y Messi naufragó en las turbias aguas de la Selección argentina? ¿Quizás porque España tiene un Director Técnico, un padrón de juego, objetivos y métodos para alcanzarlos y Argentina no?
Del lado de enfrente, Miroslav Klose, el máximo goleador de Alemania en toda su historia. Uno lo compara con Gerd Müller, aquel tanque imparable que poseía el récord, y no parece que Klose pueda ser un goleador de raza. Pero cuando se le ve maniobrar; la capacidad de pique y freno; la genialidad para crearse espacios donde no los hay; su inteligencia para ubicarse; la flexibilidad de su físico cimbreante; sus saltos mágicos; y entonces uno comprende... Y agradece que no haya jugado ante Uruguay.
CARLES PUJOL
España dominaba, creaba situaciones, era el dueño de la semifinal; Alemania resistía, con una pobreza de ambiciones lastimosa. Pero el gol no llegaba. ¿Cómo es más difícil entrarle a los “panzer” teutones? Por arriba.
Sin embargo, en un corner desde la derecha, apareció el zaguero Carles Pujol como una locomotora, imparable y conectó un cabezazo inatajable.
Cada vez que lo vemos a Pujol, con su físico magro de grasa y exuberante de músculos; con su tremenda personalidad; con su fuerza y su garra; con ese pelo indomable que le cubre gran parte de la frente; nos recuerda a Horacio Ramos, aquel zaguero neohelvético que era figura de la Selección Lacacina cuando la Liga Helvética fuera Campeón en 1972. Era el equipo de Walter Verolo, Horacio Ramos, Ponce, Perera, Bauzá, Joaquini, Píriz, Castrillo, Juan Pagés...
MULTICULTURAL
Philipp Lahm, el capitán de la selección alemana, en una conferencia previa a la Semifinal, expresaba su satisfacción por la favorable acogida de la afición alemana, a una selección tan “multicultural” (la expresión es de él) como ésta.
En efecto: las dos estrellas del equipo (Lukas Podolski y Miroslav Klose) nacieron en Polonia; Sami Khedira es hijo de tunecino; Mesut Oezil (que parece primo de Francéscoli) es descendiente de turcos (y se nota); Claudemir Jerónimo Barreto “Cacau” es brasileño y llegó a los 16 años a Alemania, tras haber fracasado en sus intentos de jugar al fútbol en Brasil; Dennis Aogo es hijo de nigeriano; Jerome Boatong es hijo de ghanés; y Mario Gómez es hijo de español.
TABÁREZ POR JAIME BAYLY
“Tabárez es un maestro, Tabárez siempre fue un maestro. Escuche, usted, una conferencia de prensa de Tabárez y notará enseguida su humildad, su prudencia, su inteligencia con las palabras, su lucidez para decir sin jactancia ni aspavientos lo poco que tiene que decir.
Como Tabárez es ante todo un hombre inteligente y educado, la selección uruguaya es la prolongación de su inteligencia y su educación y es también, por supuesto, la suma de once hombres entrenados en esa noble tradición uruguaya de que el juego del fútbol, cuando es al país al que se representa, lleva consigo el peso del honor, pone en entredicho ya no sólo las aptitudes de esos hombres para jugar el juego, sino también su coraje, su nobleza, su lealtad, su entrega incondicional, como si esos once elegidos para llevar el emblema del país fueran un regimiento, un batallón, un cuerpo de élite que va a una guerra sin armas en la que habrán de demostrar heroísmo además de habilidad para prevalecer sobre los otros.”
(Jaime Bayly – Peru21)
LA MANO DE SUÁREZ
“Me gustó la mano de Luis Suárez. La verdad es que me encantó. Me quitaría el sombrero si usara uno. Pero me encantó sobre todo porque después de haber bostezado durante el partido de Holanda contra Brasil, le imprimió un dramatismo inolvidable a un partido de por sÍ emocionante, y eso la afición debe celebrarlo en un mundial plagado de jugadores estrellas –y otros no tanto– que al parecer no quieren ensuciarse las manos, ni la camisa, ni apenas despeinarse. Pero Suárez no es de esos. Suárez es distinto. Nos recordó que así deben jugarse los partidos en la cancha. El pellejo debe quedar ahí. Los huesos deben quedar ahí. El alma, si hay, debe quedar también ahí. En definitiva, hay que morirse en la línea como Suárez; ir hasta las últimas consecuencias. (...) Suárez –jugador excepcional, atacante por naturaleza–, deja su dignidad de lado y cumple una tarea que no le es propia, (la de defender) pero que le es ineludible, y eso lo dignifica. Suárez era el último soldado defendiendo la trinchera uruguaya en una guerra sin mañana, era todo o nada, era ese instante o nada: hizo lo que tenía que hacer, lo que pocos se atreverían a hacer. Fue así de sencillo, así de pragmático, así de heroico.”
(Alberto Paciano – México)
GUIÓN DE TELENOVELA
“El lateral izquierdo Van Bronckhorst no encontraba pase y mostró su gran técnica para pegarle. Golazo. Uruguay, con un equipo armado para conservar el resultado más que para cambiarlo, trató de compensar su falta de elaboración con un pressing más cercano al arquero rival. Se acomodó en la cancha y apareció Forlán, su coloso. Se desmarcó detrás de los volantes defensivos y, sin problemas de perfil, metió un zurdazo envenenado que la Jabulani le hizo imposible a Stekelenburg. Asombra su capacidad para fabricarse situaciones sin juego asociado. (N. de R.: ¿Crítica velada a Messi?)
(...) Uruguay impuso las condiciones. Ganó las divididas y tomó rebotes. Pero el equipo de Guillermo y Máxima está tocado en este Mundial. Desde aquel primer gol en contra ante Dinamarca, le han salido todas. Sneijder, bendito en Sudáfrica, remató al arco; hubo desvío en Maxi Pereira y offside de Van Persie, para el 2 a 1. Con la virtud de la contundencia, Holanda encuentra primero los goles.
El orgulloso y emocionante Uruguay no se lo puso fácil. El descuento de Pereira le hizo sufrir hasta el último segundo. Señor Pepe Mujica, vaya preparando una recepción a la altura de este acontecimiento. Volverán como héroes. Gran semifinal en Ciudad del Cabo, con guión de telenovela y desenlace diferente al deseado.”
Juan Pablo Varsky (LA NACIÓN –Argentina)
R. Leizagoyen
raddy1970@yahoo.com
foto: Joachim Low DT de Alemania
Apuntes del Mundial
RÉCORD ALEMÁN
Con el partido semifinal ante Holanda, Alemania superó a Brasil como el equipo que más partidos jugó en los mundiales. Ese fue su partido número 98 y ante Uruguay aumentó su récord y llegó a 99.
Esto habla no sólo de cantidad de presencias en los Campeonatos, sino también de avances en cada torneo a siguientes rondas, lo que permite sumar más partidos.
Por eso un inglés, entre amargado y resignado, definía: “El fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y gana siempre Alemania.”
INDIVIDUALIDADES
España encontró una llave para abrir la recia defensa alemana: la habilidad de Pedro. Un delantero encarador, con la valla entre ceja y ceja, audaz, creativo. Argentina no pudo hacerlo con Messi. Ambos juegan en el Barcelona. Pedro es a Messi lo que Basáñez es al Real de Madrid. ¿Por qué Pedro pudo potenciar al máximo sus virtudes y Messi naufragó en las turbias aguas de la Selección argentina? ¿Quizás porque España tiene un Director Técnico, un padrón de juego, objetivos y métodos para alcanzarlos y Argentina no?
Del lado de enfrente, Miroslav Klose, el máximo goleador de Alemania en toda su historia. Uno lo compara con Gerd Müller, aquel tanque imparable que poseía el récord, y no parece que Klose pueda ser un goleador de raza. Pero cuando se le ve maniobrar; la capacidad de pique y freno; la genialidad para crearse espacios donde no los hay; su inteligencia para ubicarse; la flexibilidad de su físico cimbreante; sus saltos mágicos; y entonces uno comprende... Y agradece que no haya jugado ante Uruguay.
CARLES PUJOL
España dominaba, creaba situaciones, era el dueño de la semifinal; Alemania resistía, con una pobreza de ambiciones lastimosa. Pero el gol no llegaba. ¿Cómo es más difícil entrarle a los “panzer” teutones? Por arriba.
Sin embargo, en un corner desde la derecha, apareció el zaguero Carles Pujol como una locomotora, imparable y conectó un cabezazo inatajable.
Cada vez que lo vemos a Pujol, con su físico magro de grasa y exuberante de músculos; con su tremenda personalidad; con su fuerza y su garra; con ese pelo indomable que le cubre gran parte de la frente; nos recuerda a Horacio Ramos, aquel zaguero neohelvético que era figura de la Selección Lacacina cuando la Liga Helvética fuera Campeón en 1972. Era el equipo de Walter Verolo, Horacio Ramos, Ponce, Perera, Bauzá, Joaquini, Píriz, Castrillo, Juan Pagés...
MULTICULTURAL
Philipp Lahm, el capitán de la selección alemana, en una conferencia previa a la Semifinal, expresaba su satisfacción por la favorable acogida de la afición alemana, a una selección tan “multicultural” (la expresión es de él) como ésta.
En efecto: las dos estrellas del equipo (Lukas Podolski y Miroslav Klose) nacieron en Polonia; Sami Khedira es hijo de tunecino; Mesut Oezil (que parece primo de Francéscoli) es descendiente de turcos (y se nota); Claudemir Jerónimo Barreto “Cacau” es brasileño y llegó a los 16 años a Alemania, tras haber fracasado en sus intentos de jugar al fútbol en Brasil; Dennis Aogo es hijo de nigeriano; Jerome Boatong es hijo de ghanés; y Mario Gómez es hijo de español.
TABÁREZ POR JAIME BAYLY
“Tabárez es un maestro, Tabárez siempre fue un maestro. Escuche, usted, una conferencia de prensa de Tabárez y notará enseguida su humildad, su prudencia, su inteligencia con las palabras, su lucidez para decir sin jactancia ni aspavientos lo poco que tiene que decir.
Como Tabárez es ante todo un hombre inteligente y educado, la selección uruguaya es la prolongación de su inteligencia y su educación y es también, por supuesto, la suma de once hombres entrenados en esa noble tradición uruguaya de que el juego del fútbol, cuando es al país al que se representa, lleva consigo el peso del honor, pone en entredicho ya no sólo las aptitudes de esos hombres para jugar el juego, sino también su coraje, su nobleza, su lealtad, su entrega incondicional, como si esos once elegidos para llevar el emblema del país fueran un regimiento, un batallón, un cuerpo de élite que va a una guerra sin armas en la que habrán de demostrar heroísmo además de habilidad para prevalecer sobre los otros.”
(Jaime Bayly – Peru21)
LA MANO DE SUÁREZ
“Me gustó la mano de Luis Suárez. La verdad es que me encantó. Me quitaría el sombrero si usara uno. Pero me encantó sobre todo porque después de haber bostezado durante el partido de Holanda contra Brasil, le imprimió un dramatismo inolvidable a un partido de por sÍ emocionante, y eso la afición debe celebrarlo en un mundial plagado de jugadores estrellas –y otros no tanto– que al parecer no quieren ensuciarse las manos, ni la camisa, ni apenas despeinarse. Pero Suárez no es de esos. Suárez es distinto. Nos recordó que así deben jugarse los partidos en la cancha. El pellejo debe quedar ahí. Los huesos deben quedar ahí. El alma, si hay, debe quedar también ahí. En definitiva, hay que morirse en la línea como Suárez; ir hasta las últimas consecuencias. (...) Suárez –jugador excepcional, atacante por naturaleza–, deja su dignidad de lado y cumple una tarea que no le es propia, (la de defender) pero que le es ineludible, y eso lo dignifica. Suárez era el último soldado defendiendo la trinchera uruguaya en una guerra sin mañana, era todo o nada, era ese instante o nada: hizo lo que tenía que hacer, lo que pocos se atreverían a hacer. Fue así de sencillo, así de pragmático, así de heroico.”
(Alberto Paciano – México)
GUIÓN DE TELENOVELA
“El lateral izquierdo Van Bronckhorst no encontraba pase y mostró su gran técnica para pegarle. Golazo. Uruguay, con un equipo armado para conservar el resultado más que para cambiarlo, trató de compensar su falta de elaboración con un pressing más cercano al arquero rival. Se acomodó en la cancha y apareció Forlán, su coloso. Se desmarcó detrás de los volantes defensivos y, sin problemas de perfil, metió un zurdazo envenenado que la Jabulani le hizo imposible a Stekelenburg. Asombra su capacidad para fabricarse situaciones sin juego asociado. (N. de R.: ¿Crítica velada a Messi?)
(...) Uruguay impuso las condiciones. Ganó las divididas y tomó rebotes. Pero el equipo de Guillermo y Máxima está tocado en este Mundial. Desde aquel primer gol en contra ante Dinamarca, le han salido todas. Sneijder, bendito en Sudáfrica, remató al arco; hubo desvío en Maxi Pereira y offside de Van Persie, para el 2 a 1. Con la virtud de la contundencia, Holanda encuentra primero los goles.
El orgulloso y emocionante Uruguay no se lo puso fácil. El descuento de Pereira le hizo sufrir hasta el último segundo. Señor Pepe Mujica, vaya preparando una recepción a la altura de este acontecimiento. Volverán como héroes. Gran semifinal en Ciudad del Cabo, con guión de telenovela y desenlace diferente al deseado.”
Juan Pablo Varsky (LA NACIÓN –Argentina)
R. Leizagoyen
raddy1970@yahoo.com
foto: Joachim Low DT de Alemania
No hay comentarios.:
Publicar un comentario